Opinión verificada
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9
Calidad / precio
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5
Ubicación
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9
Decoración
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7
Gastronomía
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8
Habitación
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7
Instalaciones y servicios
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10
Atención del personal
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10
Limpieza
positivo: Especialmente la amabilidad y atención del personal de recepción, con consejos e indicaciones de lugares a visitar y cómo llegar. Andreas incluso no reparó en indicarnos sitios variados donde cenar, desde modestos y tradicionales a recién abiertos y vanguardistas. Facilitan también taxi al aeropuerto a precio fijo (40 euros). Pedimos una habitación con vistas y al menos lo intentaron dándonos una vista lateral al monte Licabeto desde la terraza. También destaco: la limpieza de la habitación, la amplitud (desaprovechada) del cuerto de baño, la cama (colchón de comodidad media, pero edredón moderno y sábanas suaves), la amplitud de la bañera, el funcionamiento del agua caliente (salía en seguida)y la correcta posición de la TV para verla desde la cama.
negativo: La calefacción en invierno sólo se enciende cada 2 horas, de tal suerte que si el día es soleado, basta y sobra, pero si está nublado o llueve, resulta muy insuficiente y se pasa frío en la habitación. Tanto es así que si te bañas con agua caliente, el suelo baño se encharca sólo con la condensación del vapor de agua. No dejan mantas extra en la habitación en caso de tener frío. La bañera es de hidromasaje pero no funciona (así lo constamos con la recepción). Parece extraño instalar bañeras de hidromasaje para nada. Tenía ducha de teléfono instalada, pero sin cortinas (nos dijeron que lo prohíbe la legislación griega). El baño permitía haber hecho una cabina de ducha independiente y sería así genial. La situación, aunque próxima si el metro funciona correctamente, puede ser un inconveniente si, como nos pasó, coincide alguna huelga de transporte público. Allí se paraliza por completo el servicio, no hay servicios mínimos garantizados.