Si tuviese que hacer una valoración general sería NORMALITO.
Estuve en Praga 4 días con mi pareja, por lo que nuestra estancia en el hotel fue de 3 noches con desayuno incluido.
Ubicación: El hotel está situado a unos 15 minutos del centro andando, también tiene una parada de tranvía muy cerca del hotel (aunque yo no lo utilicé en ningún momento). Si tienes problemas de movilidad, recomendaría buscar otro hotel más cerca del centro, pero si no es así, creo que te permite conocer otra parte de la ciudad. Mi sensación fue de estar en un buen barrio y tranquilo, con variedad de tiendas y restaurantes alrededor con buenos precios.
Habitación: El hotel en general está bastante anticuado en cuanto a decoración, pero las habitaciones son amplias y limpias. La que nos tocó, tenía vistas hacia una iglesia muy bonita, aunque alrededor no deja de ser un barrio moderno. Las habitaciones tienen moqueta en el suelo, lo que hace que sean más calentitas, la cama es grande de matrimonio con edredones individuales, aunque también tienen mantas. Si vas en invierno, puedes estar tranquilo porque no vas a pasar frío, la calefacción funciona correctamente. Otro detalle a resaltar fue el WIFI, puedo asegurar que funciona mejor que el que tengo en casa, jajaja, la contraseña te la dan en la recepción del hotel. Quizás lo que eché un poco en falta era algo más de luz en la habitación, pero supongo que es cuestión de gustos. El baño era normalito, limpio con bañera, muy bien iluminado y espejo grande.
Personal: Tuvimos la suerte que el primer día que llegamos, el recepcionista hablaba algo de español y pudimos entendernos, aunque si sabes inglés, la mayoría del personal lo habla. Los checos tienen fama de ser un poco secos y bordes, pero el personal en general era bastante agradable y educado.
Desayuno: El desayuno quizá fue lo que menos me gustó. Aún así podías sobrevivir. Tenían café, leche (no colacao), sopa, té, zumos, etc. En cuanto a la comida, de bollería sólo había dos tipos de bollos, que, imagino eran típicos de allí, pero ninguno me gustó. Pero, puedes hacerte tostadas, comer huevos, bacon, salchichas, etc. El pan fue lo más rico.
**IMPORTANTE: En casi todos los hoteles en Praga, se debe pagar el impuesto de turismo al llegar al hotel. En nuestro caso, fue de 5€ en total los cuatro días (los dos, no por cabeza). No se puede fumar en las habitaciones, te avisan nada más llegar de que tiene una penalización económica.
En general, recomendaría este hotel si vas buscando algo económico donde dormir en Praga, sin esperar grandes lujos ni cosas sorprendentes. Es un hotel normalito, pero si vas a conocer la ciudad, apenas vas a pisarlo. Tiene su punto positivo y negativo que esté más retirado del centro, pero conoces otra zona más de la ciudad.
En cuanto a la ciudad, espero volver algún día, porque me encantó. Es muy bonita, aunque haya que abrigarse como una cebolla. Y quizá repita en este hotel.
positivo:
Wifi, ubicación, limpieza.
negativo:
Desayuno.