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Introducción al destino

Situada entre las dos explanadas de Catania y Gela, Caltagirone se eleva a 608 metros sobre el nivel del mar, dominando desde esta posición privilegiada el Val di Noto, conocido por sus esplendidas arquitecturas barrocas.
Ciudad con un pasado prestigioso y con una tradición muy importante, actualmente representa uno de los destinos más buscados, por la calidad de su patrimonio histórico-artístico y por su vasta oferta cultural. El centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es una joya preciosa del arte barroco y del siglo XVIII, con sus palacios nobiliarios y sus Iglesias que se suceden en un itinerario extraordinario entre las plazas y las callejuelas (los famosos carruggi llamados así por los Genoveses).
La Scala della Matrice representa el punto de conexión entre la parte baja del centro histórico y la alta, dominada por la Iglesia de Santa Maria del Monte, desde la cual se goza de una vista inmejorable de la ciudad y de sus alrededores.

Habitado desde la Prehistoria, el territorio de Caltagirone acogió durante los siglos a diferentes culturas: griegos, bizantinos, árabes, normandos, españoles, que contribuyeron a enriquecer el patrimonio cultural y artístico de la ciudad. Arrasada por el terrible terremoto que devastó la Sicilia oriental en 1693, en los años siguientes Caltagirone logró levantarse y renacer de sus propias ruinas: los palacios, villas e iglesias que hoy día embellecen la ciudad  son los testigos de este renacimiento.

Cómo moverse

Caltagirone está situada a 68 km del Aeropuerto Internacional Fontanarossa de Catania, al cual está conectada por la carretera 417 (Catania-Gela). Para llegar al centro de la ciudad se puede coger el autobús o alquilar un coche: en la misma manera es posible desplazarse por el casco urbano.

Qué ver y qué hacer

La producción de cerámica en Caltagirone tiene orígenes muy antiguas: restos de hornos se remontan a la época de la dominación musulmana, y en el curso de los siglos el arte de los cannatari (los maestros ceramistas)  se ha conocido en todo el mundo. Las decoraciones de cerámica se hallan en todas partes, en las decoraciones de los balcones y de los palacios, hasta los objetos de uso cotidiano que se encuentran en todas las casas de la ciudad. Son innumerables los objetos creados con la cerámica, aunque este material ha encontrado su mejor expresión en los Belenes, que en Navidad se exponen en las iglesias y en los palacios.

Puedes llegar al centro histórico de Caltagirone caminando por la Via Roma, salpicada de obras de arte y palacios barrocos, iglesias, tiendas, talleres de cerámica y restaurantes. Te encontrarás con la Villa Comunale, el Teatro Politeama (actualmente sala de cine) y "Tondo Vecchio", un escenográfico espacio abierto con bancos y escaleras que te permitirán descansar antes de continuar hacia Piazza Umberto I: después de admirar el balcón decorado con cerámica policroma del Palazzo Ventimiglia y la arquitectura severa del "Carcere Borbonico" (antigua prisión, hoy museo), tus ojos encontrarán los hermosos palacios y las iglesias barrocas que adornan la plaza del centro. Flanqueada por la Catedral de San Giuliano por un lado y el Palazzo Gravina por el otro, a sus espaldas tiene la "Galleria Luigi Sturzo". El Ayuntamiento y la Corte Capitanale completan el paisaje de esta bonita plaza donde se encuentra la famosa Scala della Matrice, uno los símbolos de Caltagirone: construida por Giuseppe Giacalone a principios del '600, se completó en 1954, cubriendo las bandas de sus 142 escalones con decoraciones de cerámica que la convierten en una monumental obra de arte. Flanqueada por los talleres de los ceramistas, la escalera conduce a la parte alta de la ciudad antigua, coronada por la iglesia de Santa María del Monte, que ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad y de los alrededores.

En la parte baja de la ciudad se encuentran las elegantes villas del siglo XVIII, entre las cuales destacan Villa Patti (municipal), fulgido ejemplo del Eclecticismo interpretado por Giambattista Nicastro, y Villa Jacona della Motta (propiedad privada).

Además del Museo de la Cerámica y la Galería Cívica de Arte Moderno, merece la pena visitar el Teatro-Museo dell'opera dei pupi (marionetas) en la Via Verdumai, que conserva esta preciosa tradición que transmite en el tiempo las historias del ciclo carolingio.

Eventos y fiestas típicas

Caltagirone está animada durante todo el año por celebraciones, tanto religiosas como laicas, eventos culturales, ferias y festivales.

Desde principios de diciembre hasta finales de enero, el evento que atrae el interés de los visitantes y de los "Calatini" (así se llaman sus habitantes), es la exposición de belenes: no se trata de una sola exposición, sino de diversas ubicadas en las iglesias, los museos y los palacios del centro histórico: en esta ocasión es posible admirar piezas artesanales de gran valor, junto a las nuevas propuestas de ceramistas contemporáneos.

En las estrechas calles detrás de la iglesia de San Pietro cada año se organiza el "Presepe vivente" (Belén en vivo) un hermoso y espectacular belén formado por personas, en el cual se representan los oficios tradicionales como la cocción de pan, la fabricación de jabón y la preparación del queso "ricotta".

El día de Pascua las estrechas calles del centro histórico, los llamados "carruggi" cobran vida con la tradición de " A Giunta", en la cual se representa a San Pedro que va a la búsqueda de Maria para anunciarle la resurrección de su hijo: las tres estatuas, de enormes dimensiones se mueven por las calles hasta el encuentro ("giunta"), momento en el cual se quita la capa negra de la estatua de la Virgen que queda con un resplandeciente vestido azul.

Otro evento tradicional que se celebra durante la Pascua es la exposición de los silbatos de terracota: en el pasado simples juguetes populares, hoy se han convertido en objeto de culto y de coleccionismo.

En mayo, la ciudad rinde homenaje a la Virgen de Conadomini (cuya imagen se conserva en la iglesia de Santa Maria del Monte) con la "Infiorata" que consiste en decorar la Scala della Matrice con adornos florales.

A lo largo del verano Caltagirone acoge eventos artísticos y culturales de todo tipo, que tienen como telón de fondo los lugares más emblemáticos de la ciudad: conciertos de música clásica en la Villa Patti, espectáculos de danza y festivales musicales en el Jardín Municipal; representaciones teatrales en el Tondo Vecchio. Estos eventos son un preludio de las suntuosas celebraciones en honor de San Giacomo (Santiago Apóstol), patrono de la ciudad: el 23 de julio se celebra la llamada "serata della villa ", con fuegos artificiales en el Jardín Municipal; la noche del 24 la Scala della Matrice se enciende con los tradicionales "coppini", cirios de colores que crean un dibujo cada año diferente. El día 25 finalmente hay la procesión del Senado Cívico y de la estatua del Santo.

La Scala se enciende de nuevo el 15 de agosto: con la "Luminaria" se celebra la Virgen del Puente, que, a según la tradición, apareció cerca de una fuente del barrio del Ponte.

En septiembre, la ciudad se despide del verano con la fiera de la uva de mesa en la cercana localidad de Granieri.

De compras

No puedes irte de Caltagirone sin comprar al menos un objeto de cerámica. Visita  las tiendas de artesanos y la Exposición permanente de cerámica para elegir entre lo clásicos jarrones, los famosos tiestos "testa di moro", los platos de diferentes tamaños y decoraciones, los belenes completos o un único "pupo",  lámparas,  y todos los utensilios de cocina.

Cualquier objeto busques, ¡seguro lo vas a encontrar de cerámica!

Los golosos seguramente querrán llevarse a casa los productos gastronómicos típicos de la zona: pasta de mazapán, vino, aceite selecto son sólo algunos de los artículos que no podrán faltar en tu maleta.

Qué se cuece en Caltagirone

La cocina de Caltagirone se basa en los productos típicos de la agricultura local: cereales, aceitunas, almendras, uvas, habas, quesos, melocotones y "fichi d'india" son solo algunos de los ingredientes de los platos tradicionales, que durante los siglos han sido enriquecidos y reinterpretados gracias a las aportaciones de las diferentes culturas que se sucedieron en la ciudad.

Un plato tradicional, relacionado con los productos del campo, es el maccu verde, un guiso de habas frescas con hinojo selvático y cebolla.

Muchas recetas están relacionadas directamente a alguna festividad religiosa: por ejemplo la "cuccia", es una sopa de trigo que se cocina el 13 de diciembre en honor de Santa Lucia que según la tradición, salvó al pueblo siciliano de una terrible hambruna haciendo aparecer un barco cargado de trigo en el puerto de Siracusa.

Las "muffulette" son pequeños panes amasados con semillas de hinojo: la noche del 7 de diciembre los niños las venden por las calles gritando "muffulette cauri cauri" (bocadillos calientes calientes): según la tradición se solía ayunar en las vísperas de festivos, y así, antes del ayuno del día de la Inmaculada, se comía este tipo de pan.

La renombrada pasteleria calatina será una deliciosa tentación y no solo para los golosos, con sus llamativos colores y delicados aromas: además del helado y de la imprenscindible granita, tendrás que probar la cubaita, un turrón con miel y naranja confitada, cubierto de sésamo y giuggiulena; los cannoli rellenos de ricota, crema y chocolate; las "cassatedde" con ricota; las pastas de mazapán y de almendras.

Típicas de Navidad son las "collorelle", pasteles redondos con relleno de almendras, miel o vino dulce.

Durante todo el año podrás probar las demás especialidades locales: pizza, arancini, "piruna" (empanadas de espinacas), pizza cubierta con patatas y cebolla o queso tuma.

Particular mención merecen los vinos locales como el "Nero d'Avola" y el "Cerasuolo di Vittoria", perfectos para acompañar una rica cena.

El clima

Debido a la posición entre las dos explanadas de Catania y Gela y por la altitud de 608 metros sobre el nivel del mar, el clima de Caltagirone se caracteriza por alta humedad, que en ciertos momentos del año puede producir niebla densa.

Los inviernos son bastante fríos, aunque el termómetro no alcance nunca temperaturas negativas; las primaveras se caracterizan por unas temperaturas suaves que preceden el calor del verano que algunas veces puede llegar a ser sofocante.

Entonces...

Una visita a Caltagirone dará satisfacción a todos tus sentidos: tus ojos quedarán seducidos por las exquisitas obras de arte; tu paladar se deleitará con un refrescante granizado o un postre de ricota, mientras el olor de los limones y jazmín se difunde por el aire lleno de las vanniate de los vendedores ambulantes. Y para que tu experiencia sea completa, entra en un taller de cerámica e intenta plasmar un trozo de arcilla fresca con tus dedos.