Chipre es una isla rocosa y verde, rodeada de playas bañadas por el transparente Mar Mediterráneo. La mayor industria de la isla es el turismo europeo que llega en busca de su cálido sol, sus olivares y sus excelentes platos que mezclan la comida mediterránea con la oriental.
Esta isla está tapizada por cipreses que perfuman con sus ramas el aire marino; de hecho, aún no se sabe con certeza si la isla le dio el nombre a esta especie de árboles, o si los árboles le dieron el nombre a la isla.
A principios de los años setenta, el país quedó dividido en dos y el 38 por ciento del territorio -al norte- habla y escribe en turco mientras que el sur, continúa siendo territorio griego, o grecochipriota. Hoy el país sigue dividido y ninguna de las dos poblaciones puede viajar al otro lado. Esto es lo que hace que visitando una misma isla uno se sienta como en dos países al mismo tiempo. Chipre es una isla ubicada en pleno mediterráneo, lo que hace que el clima sea excelente en cualquier época.